domingo, 7 de junio de 2009

23. Ten cuidado con el corazón

Publicado el 19 de abril de 2009


Con las arterias, el colesterol y todo lo demás, un descuido y puede ser fatal ¡Alerta! … Cierto, la canción va por otros caminos, pero creo que vale la pena el cambio en la letra, sobre todo si se toma en cuenta que cada 3 minutos muere un mexicano a causa de enfermedades cardiovasculares y, dado que a cualquiera de nosotros nos puede dar un infarto, más vale prevenir que lamentar.

Las cifras que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social son verdaderamente alarmantes, tan solo el año pasado se registraron en el país más de 162 mil muertes por infarto al miocardio, angina de pecho, ateroesclerosis y/o evento vascular cerebral, lo que convierte a este tipo de padecimientos en la primera causa de muerte en México; a esto hay que añadir que existen 18.5 millones de hipertensos y casi 16 millones de personas con niveles altos de colesterol.
Pero los datos que estremecen no se detienen ahí, para nada, comúnmente se piensa que los problemas cardiovasculares son complicaciones que solo aquejan a los adultos mayores, sin embargo el 10 por ciento de los pacientes que llegan a los hospitales aquejados por estos males tienen menos de 45 años y se espera que la curva de riesgo continúe descendiendo. Ante tal situación conviene reflexionar acerca de estas enfermedades y los métodos existentes para prevenirlas.

En primera instancia, es preciso señalar que la mayoría de las enfermedades cardiovasculares tienen como común denominador la ateroesclerosis, esto se refiere al proceso a través del cual las grasas y el colesterol se acumulan en las paredes interiores de las arterias. Estos depósitos estrechan los vasos sanguíneos llegando incluso a cerrarlos, cuando esto sucede la sangre y el oxigeno no son suministrados a las células y tejidos cercanos, lo que resulta en el daño a esa parte del cuerpo. Si este bloqueo ocurre en una arteria del corazón el resultado es un ataque cardíaco, si acontece en una arteria que irriga al cerebro deriva en un accidente cerebrovascular.

La buena noticia es que todos, incluyendo a quienes tienen antecedentes familiares de enfermedades del corazón, pueden reducir los riesgos de un infarto y aumentar las oportunidades de tener una vida larga y saludable. En este sentido, la Asociación Americana del Corazón, ha establecido una serie de recomendaciones prácticas y fáciles que espera puedan ser seguidos por la población en general para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, vamos a repasarlas:

Inicialmente se requiere llevar una vida activa, todos los adultos debemos acumular 30 minutos de actividad física diariamente, pero si lo que se pretende es perder peso la inversión de tiempo debe aumentar hasta 60 minutos. Esto último tiene especial importancia dado que los kilos de más son enemigos del corazón, sobre todo si éstos se localizan en el área abdominal, por lo cual se recomienda vigilar y controlar el peso y la medida de la cintura, la cual no debe exceder de 80 centímetros en las mujeres y de 94 en los hombres.

Por otra parte, evitar el consumo de tabaco dado que esto está directamente relacionado con un aumento en las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares (sobre todo si va unido a otros factores de riesgo como la obesidad) además el tabaco representa por sí mismo, un foco permanente de riesgo por el daño que ocasiona a la sangre y a las arterias.

Es conveniente mantener la tensión arterial por debajo de los 120/80, los niveles tensionales pueden modificarse con la dieta, la actividad física y factores psicosociales adecuados. Bajar la ingesta de sal, aumentar el consumo de potasio (plátanos, aguacate, naranjas) reducir calorías (refrescos embotellados, quesos, harinas) y moderar el consumo de alcohol (uno o dos vasos de vino al día) pueden contribuir a mantener la tensión en los parámetros adecuados.

La siguiente recomendación va en el sentido de vigilar los niveles de colesterol, triglicéridos y glucemia. Los dos primeros factores se controlan al reducir de la dieta las grasas saturadas (grasas en estado sólido a temperatura ambiente como el tocino y la manteca). La glucemia o nivel de azúcar en la sangre se controla con una dieta pobre en grasas y rica en legumbres, fruta, verduras y fibra y con la realización regular de ejercicio físico, el cual mejora la circulación, favorece el funcionamiento óptimo del corazón y flexibiliza las arterias.

Es preciso tener en cuenta que el estrés continuo y las situaciones de ansiedad y angustia maltratan al corazón y pueden contribuir a su mal funcionamiento, por tanto es necesario aprender a relajarse y a tomarse la vida con una filosofía positiva y relajada.

Finalmente, es necesario realizarse revisiones médicas periódicas (control de la presión y bioquímica sanguínea) sobre todo a partir de los 45 años y principalmente si se tiene antecedentes familiares de riesgo cardiovascular; es muy importante escuchar los avisos del corazón, estar atento a síntomas como: dolor en el pecho, fatiga, vómito, mareo y sudoración, ante estas señales pida que le lleven al hospital lo antes posible.

Es primordial señalar que por cada factor de riesgo que se elimine, aumenta la posibilidad de evitar una enfermedad cardiovascular, el tiempo apremia, no cabe lugar para demoras, cuanto antes se empiece las acciones de protección será mejor para el corazón y las arterias.

Existen muchas personas que presumen ser de “corazón joven”, sin embargo en la mayoría de las ocasiones esa condición solo queda en las palabras y en la intensión dado que son pocos los que realmente se esfuerzan por mantenerlo joven y sobre todo, sano. La realidad no deja lugar a especulaciones, ahora es el momento para dejar de preocuparnos y empezar a ocuparnos en la salud del corazón. Hazlo por ti, por tu familia.

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